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INTRODUCCIÓN

Etnoeducación

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El proyecto esta enmarcado dentro de una ética del respeto por la diferencia y el reconocimiento del ser humano como norma elemental de los derechos humanos y la convivencia pacifica entre los ciudadanos sin importar el color de la piel, el género al que se pertenece, la religión que se profese, la ideología con que se simpatice y el sexo que se practique.

 

Con este proyecto se busca realizar una serie de acciones orientadas a visibilizar a la población afrodescendiente con el propósito de que esta sea reconocida como parte importante de la nación.

Por lo anterior y por la responsabilidad social que tenemos de trabajar permanentemente –entre otras cosas- para erradicar la desigualdades sociales generadas por el racismo, la discriminación y la intolerancia,

Social - Marcha por los derechos de las

DIAGNÓSTICO

Etnoeducación

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Para esto, se hizo necesario realizar este proyecto para proponer una serie de actividades sobre lo histórico-cultural de las comunidades afrocolombianas como base para la disminución de la exclusión, los prejuicios, la discriminación y el racismo.

 

Se busca elaborar materiales de estudio en relación con la realidad del africano, afroamericano y particularmente del afrocolombiano y conocer y exaltar los aportes histórico-culturales, ancestrales y actuales de las comunidades afrocolombianas a la construcción de la nación colombiana.

Con este proyecto se busca realizar una serie de acciones orientadas a visibilizar a la población afrodescendiente

La formación eurocéntrica que ha recibido durante toda su historia la población colombiana ha llevado a que se mire el resto del mundo a través de la mirada y la concepción que Europa ha tenido de personajes, sucesos y hechos.

 

Esto sumado al desconocimiento que nuestro pueblo tiene en torno a la cultura de África no ha permitido una valoración real del gran aporte que dicho continente hizo a nuestro país en términos culturales y étnicos. Parecemos extranjeros al pasar de un lugar a otro sin traspasar las fronteras nacionales, y para todos los lugares existen los estereotipos con sus acepciones descalificadoras.

 

Aunque estos estereotipos no tengan el mismo significado de los que hacen referencia a la raza, generan actitudes de superioridad y exclusión: “Si un chiste sugiere que el pastuso es torpe, es porque –según el preconcepto– los nacidos en Pasto son lentos y no por el color de su piel y si el paisa es avispao, es porque los antioqueños son verriondos, y no porque tengan la cara pálida.

En cambio, el chiste del negro – feo, bruto, malo– sugiere que éste es así por el color de su piel; en su caso, no importa que el sujeto sea de Puerto Tejada ni que sea caleño, chocoano, antillano, norteamericano, francés, sirio, etíope, etc.

Es el hombre negro de cualquier lugar del mundo y lanzar juicios de valor o chistes a nombre de la raza, es lo que la ONU y el mundo civilizado reconoce como racismo”.

 

En cambio, el chiste del negro – feo, bruto, malo– sugiere que éste es así por el color de su piel; en su caso, no importa que el sujeto sea de Puerto Tejada ni que sea caleño, chocoano, antillano, norteamericano, francés, sirio, etíope, etc. Es el hombre negro de cualquier lugar del mundo y lanzar juicios de valor o chistes a nombre de la raza, es lo que la ONU y el mundo civilizado reconoce como racismo”.

En estas condiciones, la procedencia regional es muy importante ya que el estudiantado es más heterogéneo por los movimientos de la población. Los docentes nos enfrentamos hoy a la multiculturalidad en las instituciones educativas, a veces de manera dramática, con los niños, niñas y jóvenes desplazados. Este fenómeno ha convertido a los sitios más recónditos del país, especialmente a los centros urbanos (Ciudades grandes y pequeñas), en concentraciones demográficas heterogéneas desde el punto de vista étnico y cultural con sus repercusiones en el campo de la educación.

Con esta compleja composición de la población estudiantil, se pueden presentar conflictos por cuestiones raciales, étnicas y culturales que deben ser resueltos de manera adecuada para que no afecte el rendimiento escolar.

Parecemos extranjeros al pasar de un lugar a otro sin traspasar las fronteras nacionales

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JUSTIFICACIÓN

Etnoeducación

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También se requieren nuevas estrategias psicopedagógicas y actitudes de diferenciación positiva ante esta diversidad.

 

Estas estrategias de enseñanza y aprendizaje deben tener como referentes las experiencias y conceptualizaciones que surjan de las mismas comunidades educativas en un proceso de construcción permanente para responder a nuevas necesidades de la dinámica social.

 

Se entiende por educación para grupos étnicos la que se ofrece a grupos o comunidades que integran la nacionalidad y que poseen una cultura, una lengua, unas tradiciones y unos fueros propios y autóctonos. Esta educación debe estar ligada al ambiente, al proceso productivo, al proceso social y cultural, con el debido respeto de sus creencias y tradiciones”. Artículo 55. Definición de etnoeducación. Ley General de Educación

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El proyecto no es, ni debe aplicarse únicamente a los afrodescendientes nacionales

También lo están en concordancia con las tendencias cada vez más crecientes de la sociedad mundial de aceptar que la diversidad se constituye en verdadero pilar de la integración social y el paso más firme hacia la convivencia pacífica.

Construir así la democracia desde la perspectiva del conocimiento y reconocimiento de las demás culturas, sin perder la conciencia de la singularidad de la cultura propia, compromete fundamentalmente a la educación porque una de sus responsabilidades es formar ciudadanos capaces de responder al tiempo, a la imperiosa necesidad de una conciencia nacional y mundial, y al afianzamiento de su propia identidad.

 

Este proyecto va encaminado a cumplir con los propósitos dispuestos por la Ley 70 de 1993, que reconoce a las comunidades negras como grupo étnico, el Decreto1122 de 1998 y con los principios establecidos en la Constitución Política de Colombia, en torno a la interculturalidad, el reconocimiento y el respeto a la diversidad.

 

El proyecto no es, ni debe aplicarse únicamente a los afrodescendientes nacionales.

 

Si bien, uno de sus objetivos, sí es el afianzamiento de la identidad de estas comunidades, también pretende que todos los niños, niñas, jóvenes y adultos que hacen parte de la Comunidad Educativa de la Institución Educativa, Gilberto Alzate Avendaño, conozcan los valiosos aportes de los afrocolombianos a la formación de la nación, y para que realmente tenga sentido la interculturalidad.

La multiculturalidad y la plurietnicidad aún cuando siempre han estado presentes en la conformación de los pueblos de América, sólo en el siglo pasado empezaron a tener visibilidad y a ganar espacios en los marcos constitucionales y sociales.

 

En este sentido, nuestro país ha tenido avances significativos, especialmente a partir de la promulgación de la Constitución  Política de 1991 donde el Estado reconoció este carácter pluriétnico y multicultural como constitutivo de la nacionalidad fundamentada en la protección a la diversidad y al respeto por la dignidad humana.

Estos principios surgen no sólo como resultados de los justos reclamos de los pueblos y comunidades, denominados “minoritarios”.

OBJETIVOS

Etnoeducación

Otro aspecto de relevancia, es la claridad que este no ha de ser un proyecto que se suma a los planes y programas existentes.

 

Su característica de transversalidad es también una contribución a la innovación educativa, por cuanto su dimensión pedagógica, político–social, lingüística, geo histórica y espiritual, debe proyectarse desde el propio Proyecto Educativo Institucional y atravesar todas las áreas del conocimiento.

El papel del docente es fundamental, en tanto se constituye en el principal dinamizador de este proceso que debe construirse paso a paso, día a día, con las vivencias y la comunicación con los estudiantes, padres de familia y comunidad.

 

Por ello, teniendo en cuenta que hace 167 años que se dio la abolición legal de la esclavitud en Colombia, y que hacemos referencia mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la  Xenofobia y demás formas conexas de intolerancia, se constituye en el mejor espacio para emprender una tarea que no sólo presenta el reconocimiento de una gran deuda con estas comunidades, sino la importante contribución a la convivencia de esta gran nación.

Conocer y exaltar los aportes histórico-culturales, ancestrales y actuales de las comunidades afrocolombianas a la construcción de la nación colombiana.

1

GENERAL

Distinguir la diversidad étnica como el primer paso para valorarla y que posibilita la construcción de una sociedad civil y de una convivencia pacífica

Propiciar el desarrollo de actitudes de comprensión y respeto de la diversidad étnica y cultural existente en el país, proscribiendo los prejuicios y estereotipos discriminatorios.

3

ESPECÍFICOS

Contribuir al fortalecimiento de la identidad, autorreconocimiento y autoestima de los colombianos en el contexto del sentido de pertenencia a la nación colombiana.

2

Elaborar materiales de estudio en relación con la realidad del africano, afroamericano y particularmente del afrocolombiano.

4

Propiciar el acceso a instituciones y medios a través de la utilización conjunta de archivos, fondos documentales, bibliográficos y audiovisuales entre las instituciones involucradas en la cátedra.

5

Rescatar los saberes nativos y prácticas culturales tradicionales como elementos de nuestra identidad étnica.

6

Incidir en la construcción de sociedades nacionales, particulares y multiculturales.

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METAS

Etnoeducación

METAS

Etnoeducación

CORTO PLAZO

MEDIANO PLAZO

LARGO PLAZO

Lograr que los estudiantes de la Institución Educativa Gilberto Alzate Avendaño conozcan una breve historia de África y tengan los elementos necesarios para compararla con la de América.

Con la ejecución del proyecto los estudiantes del Gilberto A. tendrán elementos de análisis para interpretar y analizar la realidad de África en la actualidad.

Los estudiantes estarán en capacidad de argumentar el origen, formas y evolución de la esclavitud en distintos ámbitos del mundo.

 

Los estudiantes comprenderán la importancia del negro en el proceso de mestizaje americano.

Los estudiantes realizarán durante los años de investigaciones sobre las condiciones de vida y ubicación de las Comunidades Afrocolombianas.

MARCO TEÓRICO Y REFERENCIAL

Etnoeducación

Con la etnoeducación se abrió un nuevo espacio en el Sistema Educativo nacional con posibilidades ilimitadas que dependen de como la asuma la Comunidad Educativa, porque es una realidad en la legislación escolar. La etnoeducación ya es parte consustancial de la política educativa estatal y no una legislación especial y marginal.

 

La etnoeducación ha sido consagrada en la Constitución  Política de 1991, en la Ley 70 de 1993, Ley 115 de 1994 y en los Decretos Reglamentarios 804 de 1995 y 1122 de 1998. Así, el Estado reconoce el carácter multiétnico y pluricultural del país superando el viejo esquema educativo integracionista, homogenizador en relación con los grupos étnicos y la diversidad cultural.

 

En la Constitución  Política Nacional, el concepto de etnoeducación es considerado dentro de los principios y derechos fundamentales de los individuos y de la sociedad. Varios artículos se refieren a la diversidad étnica y cultural:

  • El reconocimiento y proyección de la diversidad étnica y cultural de la nación colombiana (Artículo7).

  • Oficialización de las lenguas y dialectos de los grupos étnicos en sus respectivos territorios y obligatoriedad de una enseñanza bilingüe (Artículo10).

  • La consideración de la cultura en sus distintas manifestaciones como fundamento de la nacionalidad y la necesidad de su investigación, desarrollo y divulgación (Artículo 70).

  • El Artículo 68 establece que los integrantes de los grupos étnicos tendrán derecho a una formación que respete y desarrolle su identidad.

  • El Artículo 55, transitorio trata sobre “protección de la identidad cultural y derechos de las comunidades negras”. La Ley 70 de 1993 reglamenta el Artículo 55, transitorio de la Constitución Política, que protege la identidad cultural y derechos de las Comunidades Negras, crea la Cátedra de Estudios Afrocolombianos.

desarrollo de programas de formación de educadores y se crean condiciones para su mejoramiento profesional”, el 3012 del 19 de diciembre de 1997: “por el cual se adoptan disposiciones para la organización y el funcionamiento de las escuelas normales superiores”

 

Y el 272 del 11 de febrero de 1998: “por el cual se establecen los requisitos de creación y funcionamiento de los programas académicos de pregrado y postgrado en educación ofrecidos por las universidades y por las instituciones universitarias, se establece la nomenclatura de los títulos y se dictan otras disposiciones”.

 

Todas estas normas y políticas deben ser conocidas por la sociedad en general, estudiadas e implementadas por los docentes actualmente en servicio y por quienes se forman en las instituciones formadoras de educadores en todos los niveles: Escuelas Normales Superiores, Pregrados y Postgrados.

 

Finalmente, para dar cumplimiento integral a todas estas normas y políticas estatales, es necesario examinar la Ley 30 de diciembre de 1992 que establece los fundamentos de la Educación Superior, con el objeto de que se considere en los procesos de acreditación los principios y fundamentos de la interculturalidad en la oferta educativa  de este nivel.

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El Decreto 804 de 1995, reglamenta la Ley 115 de 1994: “La educación en los grupos étnicos estará orientada por los principios y fines generales de la educación y tendrá en cuenta además los criterios de integralidad, interculturalidad, diversidad lingüística, participación comunitaria, flexibilidad y progresividad.

 

Tendrá como finalidad afianzar los procesos de identidad, conocimiento, socialización, protección y uso adecuado de la naturaleza, sistemas y prácticas comunitarias de organización, uso de las lenguas nativas, formación docente en investigación en todos los ámbitos de la cultura”.

 

Con el Decreto 1122 de 1998, se implementa la Cátedra de Estudios Afrocolombianos. Otras políticas en torno a la multiculturalidad que favorecen a la etnoeducación son las orientaciones pedagógicas del Ministerio de Educación Nacional para la fundamentación y desarrollo de las áreas obligatorias del currículo.

 

Se trata de la serie de documentos para la discusión y apropiación crítica por parte de los docentes denominada “Lineamientos Curriculares” en donde se destaca el referente étnico y cultural como un común denominador en los procesos de formación en todos los niveles y en las áreas.

 

Áreas como Ética y Valores Humanos, Constitución Política y Democracia, Educación Física, Recreación y Deportes, Ciencias Naturales y Educación Ambiental, Matemáticas, Lengua Castellana, Idiomas Extranjeros y Educación Artística, y debe ser considerado igualmente en los lineamientos de las Ciencias Sociales.

 

Mucha importancia se le concede al contexto sociocultural en los Decretos 0709 del 17 de abril de 1996: “por el cual se establece el reglamento general para el

La etnoeducación ya es parte consustancial de la política educativa estatal y no una legislación especial y marginal.

Construcción e institucionalización del concepto

Etnoeducación

La etnoeducación se ubica dentro de los esfuerzos de los grupos étnicos por definir y construir un proyecto de sociedad y de vida acorde con sus criterios y aspiraciones. Lo intercultural, debe partir del conocimiento, valoración y afirmación de la identidad étnica propia y proyectarse hacia el Ministerio de Educación Nacional, con el conocimiento de tecnologías producidas por otros grupos humanos, desde la perspectiva de articulación cultural. 

 

La etnoeducación se propone explorar otros espacios de las diferentes formas que tienen todos los grupos humanos de concebir el mundo, de interpretar la realidad y producir los conocimientos. Los diversos sistemas de conocimientos tienen a su vez sus propias maneras de transmisión, recreación y perfeccionamiento.

En el proceso de construcción del concepto de etnoeducación afro-colombiana, la investigación atraviesa los componentes curriculares del proyecto en todas sus dimensiones.

El propósito de la etnoeducación afrocolombiana es explorar los diversos sistemas de conocimientos que subsisten en las Comunidades Afrocolombianas para su valoración, desarrollo y utilización pedagógica.

 

Las Comunidades Afrocolombianas son depositarias de una sabiduría acumulada durante siglos que han transmitido fundamentalmente a través de la tradición oral, de abuelos a nietos sucesivamente, para garantizar la reproducción física y espiritual de las presentes y futuras generaciones, con sus propios sistemas de socialización y educación. 

 

Estas formas milenarias propias de aprender y enseñar fueron reivindicadas por los movimientos sociales indígenas y afrocolombianos de los años 70 y 80 como aspectos de las luchas contra el colonialismo cultural y el etnocentrismo educativo. En esta dirección se plantea un debate sobre los modelos de conocimiento y educación occidental, y la existencia de otros modelos interpretativos de la realidad y particularmente el espinoso tema de la etnociencia: “La etnociencia como práctica académica ha sido un logro de singular importancia debido a que estableció un puente entre dos mundos hasta ese momento irreconciliables como eran el mundo de la ciencia ortodoxa y el de los saberes tradicionales. 

 

En este sentido, se hace de gran significado la etnociencia en la etnoeducación debido a que acerca el método etnocientífico a los miembros de la comunidad que están en proceso de capacitación para que, desde su perspectiva y con ayuda de la ciencia, analicen sus propios modelos cognoscitivos, los miren en la perspectiva de otros sistemas de saberes y busquen estrategias conscientes para la valoración, transmisión y, donde sea necesario, el rescate de la importancia de los saberes propios

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Las Comunidades Afrocolombianas son depositarias de una sabiduría acumulada durante siglos

como manifestaciones del saber humano y como alternativa a las diversas realidades y problemas del mundo”. 

La etnoeducación plantea así nuevos referentes al debate pedagógico nacional con un inmenso campo para la investigación de experiencias etnoeducativas en grupos étnicos y otras comunidades, para su conceptualización y para el diseño de modelos educativos alternativos.

 

Esta sabiduría acumulada durante centurias no debe ser considerada simplemente como preconcepciones que se oponen al saber científico y que sólo son pedagógicamente útiles en la medida en que puedan suscitar conflictos conceptuales que las pongan en tela de juicio, que demuestren que son erróneas para facilitar su destrucción o sustitución.

 

Mientras que, desde la etnoeducación se debe apuntar a la interacción en un mismo proceso de construcción de saberes; y considerar el problema de las estrategias psicopedagógicas de los procesos de aprendizaje y su relación con la estructura cognitiva subyacente en una cosmovisión como lógica del conocer, entender y explicar los fenómenos del mundo, la vida, la naturaleza y el hombre.

Construcción e institucionalización del concepto

Etnoeducación(2nda parte)

Colombia, es un país de múltiples regiones con expresiones culturales propias. Por tanto, no se puede reducir el concepto de etnoeducación a una educación exclusiva para las Comunidades Indígenas y Afrocolombianas como inicialmente sugiere en su definición la Ley General de Educación.

 

Por otra parte, el Estado en el Plan de Desarrollo 1998-2002, “Cambio para Construir la Paz”, reconoce también como grupo étnico a los ROM o Gitanos. Pero se trata igualmente de no dejar por fuera de este concepto en construcción, la rica realidad socio geográfica y multicultural regional, lo cual cada vez tiene más aceptación entre las comunidades étnicas, el Estado y el mundo académico.

“El peso de lo regional ha sido tan significativo en la historia nacional, que por lo menos, por razones económicas y políticas, ha generado más de un conflicto social. La Constitución Política de 1991 reconoce su importancia e incluye el tema en tres dimensiones: Ordenamiento territorial, descentralización administrativa y autonomía de las entidades, abriendo un debate y un proceso, ambos inconclusos.

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No se puede reducir el concepto de etnoeducación a una educación exclusiva para las Comunidades Indígenas y Afrocolombianas

Pero lo que nos interesa para la etnoeducación son los espacios socioculturales construidos históricamente en regiones y localidades con sus características y ponderaciones propias frente a otros lugares del mismo territorio nacional.

En el territorio actual de Colombia, los africanos y africanas negros y sus descendientes, por el avanzado desarrollo cultural de los pueblos de donde procedían, estuvieron presentes en el proceso de construcción de las bases materiales y espirituales de la República desde sus inicios. Hoy su presencia es más numerosa. “La gente negra en Colombia desciende de aquellos individuos que llegaron con los primeros conquistadores y de los miles de africanos que desde el siglo XVI oficialmente desembarcaron como parte de la trata, en Cartagena de Indias, y de contrabando en otros lugares como Buenaventura, Charambirá, Gorgona y Barbacoas en el Litoral Pacífico y en Riohacha, Santa Marta, Tolú y el Darién sobre la Costa Atlántica. Actualmente, encontramos grupos de negros descendientes de africanos en las regiones de las Costas Atlántica y Pacífica y en sitios de los valles interandinos.

Con base en el Censo DANE 1993 (no hay datos más recientes de esta población) y sustentados en el CONPES 2909 de 1997, la población actual de afrocolombianos y afrocolombianas se aproxima a los 10.5 millones, equivalente al 26% de la población total del país: “es importante observar como, una aproximación al número de afrocolombianos presentes en el territorio nacional llevado a mapas, nos revela datos interesantes.

Etnoeducación

Afrocolombiana

Etnoeducación

Afrocolombiana

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La identificación del Proyecto de Afrocolombianidad exige como mínimo unas precisiones conceptuales. El concepto afrocolombiano utilizado cotidianamente para identificarse, es paradójicamente polémico y poco debatido. En los eventos académicos sobre asuntos afrocolombianos, el concepto no ha sido objeto de discusión a pesar de la referencia a temas que podrían justificar un debate. Lo cierto es que indistintamente se utilizan los términos negro o afrocolombiano y no se sabe si es porque se les considera sinónimos o no creen que sea importante su discusión. No obstante, el desarrollo del proyecto para una mayor concisión en su orientación, exige como mínimo una propuesta para debatirla y tener en cuenta, además, que la comunidad educativa nacional es un espacio adecuado y con el privilegio de poder extender la discusión a los ámbitos de validación social que son las comunidades y la población afrocolombiana en general. 

 

Para hacer frente a los prejuicios del propio idioma con sus connotaciones negativas, peyorativas y hasta funestas contra una raza, etnia y muchas veces contra el mismo ofensor, no basta denunciar como no se quiere ser denominados, también se debe saber como se quiere ser denominados, incluso entre los miembros de las comunidades étnicas.

 

Porque en el conjunto de la población con ascendencia africana en algún grado, el vocablo negro ofende a muchos de sus miembros, no sólo como adjetivo sino como sustantivo: “Durante la sociedad colonial esclavista las personas africanas, con toda su diversidad étnica y cultural, fueron convertidas e identificadas por los europeos simplemente como negros.

El término afrocolombiano es objeto de discusión por quienes creen que ya no se tiene ningún vínculo histórico con África

La persona humana objetivizada y estigmatizada como los negros, el negro, la negra, los negritos, la negrita. El africano fue reducido al color de la piel, racializado y estereotipado; se le quitó su nombre, su historia, su cultura, su dignidad, el derecho a ser persona y se le redujo a negro, sinónimo de animal, esclavizado y subordinado... debemos devolvernos al sustantivo, la calidad de personas y anteponer al adjetivo negro. Somos personas; pueblo negro porque somos personas de origen africano, porque somos pueblo afrocolombiano”.

 

El término afrocolombiano es objeto de discusión por quienes creen que ya no se tiene ningún vínculo histórico con África; otros usan y entienden el concepto de diferentes maneras y algunos ni siquiera saben lo que realmente significa .El etnónimo afrocolombiano nace de la necesidad del grupo y sus individuos de poseer una identidad referencial construida sobre elementos objetivos y/o subjetivos; implica una resignificación, un reconocimiento del hombre negro, de su humanidad, de sus raíces culturales africanas y colombianas.

 

El prefijo afro hace referencia a la herencia cultural africana que pervive en la memoria colectiva a través de distintos saberes y prácticas, sobre todo en la tradición oral, la memoria corporal, que incluye gestos, la danza, las palabras, el arte, la música, los cantos, y su relación con la naturaleza. Es el pasado ancestral, elemento clave de su identidad étnica hoy.

 

Consideramos como un ejercicio de reflexión teórico y metodológico la propuesta de utilizar el concepto afrocolombiano en el contexto de su significado histórico. Esta propuesta se inscribe en el espíritu de seguir avanzando en la conceptualización de un proceso de construcción colectivo y participativo.

 

El concepto afrocolombiano no se usa con el propósito de afirmar que la identidad étnica y cultural del afrodescendiente negro nacional puede mirarse solo en el espejo del hombre negro de África, aunque el aspecto del origen sea un ingrediente muy importante.

Los afrodescendientes negros en muchas partes del mundo construyeron sus propios tipos de hombres y mujeres, sociedades y culturas en contacto con otros hombres y mujeres, culturas y condiciones medioambientales.

El afrocolombiano es un hombre nuevo, en el sentido de que es resultado histórico de procesos de mestizaje e hibridación cultural con pueblos europeos, indígenas

y negros, pluriétnicos y multiculturales todos ellos.

El afrocolombiano es un hombre (Grupal e individual) inserto en la historia de Colombia como coautor de la República, luchador contra la discriminación racial pero igualmente contra la injusticia social, con expectativas y proyectos de vida personales y nacionales, que labora en muchos campos, que piensa y siente el país, que cree que su particular cosmovisión, saberes y valores ancestrales, que pueden contribuir a la solución de muchos problemas que nos agobian a todos.

 

Los líderes afrocolombianos destacados nacionalmente en cargos de elección popular, no son sólo dirigentes de sus comunidades étnicas sino representantes de la Nación. El afrocolombiano es parte de la realidad nacional hasta en su geografía, construyendo socialmente sus espacios de acuerdo a las características regionales con sus historias diferenciadas y múltiples expresiones culturales.

 

La identidad afrocolombiana significa que la resignificación y redignificación de los ancestros y de sus descendientes en el presente, no es simplemente un reencuentro con el pasado sino un reto ante el futuro de la Nación.

La etnoeducación en general es una reivindicación importante del Movimiento Social Afrocolombiano, que busca superar el desconocimiento del aporte significativo de los afrocolombianos a la construcción de la nacionalidad en lo material, lo cultural y lo político, así como la escasa retribución del país a éstos, en términos de reconocimiento y valoración como etnia, para así romper con la invisibilidad política, social y económica y el desbalance en la inversión social y en recursos productivos para su sostenimiento y desarrollo.

Proyectos de estudios

Afrocolombianos

El proyecto no puede ser ajeno a nuestra época. En los sectores académicos cada vez se abandona la idea de que la etnoeducación es sinónimo de atraso, costumbres en desuso, porque no la vinculaban con las nuevas tecnologías que han introducido a la humanidad de muchas maneras en el universo de la ciencia y de la comunicación universal. Los acontecimientos científicos, tecnológicos, sociales, políticos y culturales del siglo XX y del presente siglo, sugieren cambios profundos en todos los órdenes que afectan principios normativos en los campos del conocimiento y establecen nuevas reglas de juego para el entendimiento político y cultural.

 

Estos acontecimientos en su conjunto, se constituyen en retos para la educación de cualquier país por el sinnúmero de preguntas que originan y las pocas respuestas que se tienen desde las dimensiones éticas y pedagógicas.

Conceptos Básicos

Para comenzar a hablar de afrocolombianidad es necesario aclarar conceptualmente varios términos que son polémicos y problemáticos, como es el caso de “ambiente” no sólo en teoría sino en sus expresiones históricas. Para evitar confusiones, el antropólogo Melville J. Herskovits refuerza su análisis sobre los elementos natural y cultural en la situación social del hombre con la definición de tres conceptos inseparables: “Hábitat designa el escenario natural de la existencia humana, las condiciones físicas de una región habitada por un grupo de gente, sus recursos naturales, real o potencialmente a su disposición; su clima, altura y otras condiciones geográficas a las que se han adaptado.

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Estos acontecimientos en su conjunto, se constituyen en retos para la educación de cualquier país

Cultura,… se refiere a aquella parte del ambiente total que comprende los objetos materiales de manufactura humana, las técnicas, las orientaciones sociales, los puntos de vista y los fines consagrados que constituyen los factores inmediatos condicionantes en que se cimienta la conducta.

 

Ambiente, por consiguiente, cobra su plena significación etimológica: “El agregado de todas las condiciones e influencias externas que afectan la vida y el desarrollo de un organismo, en este caso el hombre en su escenario natural y cultural”

 

“Se destaca en la definición de ambiente que el hábitat y cultura son inseparables, por lo tanto, la cultura como parte del ambiente creada por el hombre, pone de relieve las responsabilidades sociales en la conservación o degradación del medio ambiente para las actuales y futuras generaciones. Es decir, los problemas ambientales y de agotamiento de los recursos naturales que hoy nos afectan tienen un origen social con incalculables riesgos para el género humano: “... los riesgos vinculados al calentamiento global, el agujero en la capa de ozono, la contaminación a gran escala o la desertización son producto de actividades humanas. Van acompañados de otros riesgos diversos provocados por los seres humanos. Actualmente, la guerra a gran escala amenaza el medio ambiente de una forma tan devastadora como otras formas más pacíficas de tecnología. No siempre fue así; ahora existe una conexión entre la industrialización y la guerra. Las tecnologías industriales de armamentos son capaces de destruir vastas áreas de territorio o contaminar la atmósfera de toda la tierra...”

“Para el Estado Colombiano la definición de medio ambiente también considera la interacción hombre-naturaleza:

 

El concepto de ambiente ha estado asociado casi siempre de manera exclusiva a los sistemas naturales, a la protección y a la conservación de los ecosistemas, vistos éstos como las relaciones únicas entre los factores bióticos y abióticos, sin que medie un análisis o una reflexión sobre la incidencia de los aspectos socioculturales, políticos y económicos en la dinámica de dichos sistemas naturales... una aproximación a un concepto mucho más global de ambiente podría ser la de un sistema dinámico definido por las interacciones físicas, biológicas, sociales y culturales, percibidas o no, entre los seres humanos y los demás seres vivientes y todos los elementos el medio en el

cual se desenvuelven, bien que estos elementos sean de carácter natural o sean transformados o creados por el hombre... El concepto de ambiente abarca, entonces, nociones que implican tanto a las ciencias físicas y naturales como las ciencias humanas y los saberes tradicionales y comunes”.

Los Afrocolombianos han conservado, desarrollado y recreado tradiciones ancestrales sobre la apropiación de los recursos del entorno guardando una relación armoniosa con la naturaleza, lo cual constituye un patrimonio cultural digno de ser considerado en el currículo, en la perspectiva de aunar aportes para la solución de los evidentes problemas ambientales del país. Estos saberes afrocolombianos sobre prácticas tradicionales de producción y formas de manejo medioambiental pueden ilustrar sobre posibles modelos de desarrollo compatibles con los procesos ecológicos y la biodiversidad. La Ley 99 de 1993 por la cual se crea el Ministerio de Medio Ambiente, contempla la difusión de estos conocimientos ancestrales: “Fomento y Difusión de la Experiencia Ambiental de las Culturas Tradicionales. El Ministerio y los institutos de carácter científico fomentarán el desarrollo y difusión de los conocimientos, valores y tecnologías sobre el manejo ambiental y de recursos naturales de las culturas indígenas y demás grupos étnicos” (Artículo. 22 de la Constitución Política de Colombia).

Otro aspecto relacionado estrechamente con la identidad cultural es el territorio, lo cual explica la especificidad de las luchas sociales por la tierra de los grupos étnicos. Para los Afrocolombianos los conceptos de etnia, cultura y territorio son interdependientes y definen el territorio como el espacio biofísico donde establecen o desarrollan relaciones de pertenencia, parentesco y aprovechamiento de los recursos naturales.

Estas relaciones en su conjunto dan razones de una lógica cultural del territorio. La ocupación de los espacios geográficos tiene una dimensión histórica, sociocultural y política. En este sentido, el territorio es una construcción sociocultural que parte de unas condiciones naturales donde se desarrolla la historia de una comunidad: “...Las relaciones entre territorio y sociedad son históricamente dinámicas, y responden a los fines que se proponen los hombres en su acción social sobre el medio, asumiendo una responsabilidad directa y múltiple que es al mismo tiempo económica, como parte de la naturaleza;

ética, por el compromiso que se tiene para mantener el medio ambiente en buenas condiciones para las generaciones futuras; y sociopolítica por la responsabilidad que el manejo del espacio implica para la construcción permanente de un proyecto social y estatal”.

En Colombia, la organización social del espacio tiene una larga historia que se inicia con la República y se extiende hasta hoy. Las diferentes Constituciones Políticas del país, modificaron las estructuras político-administrativas del ordenamiento territorial y se basaron en distintas escuelas geográficas, como la clásica y neoclásica, la sociogeográfica, la estructural-funcionalista y la investigación –acción, cuyo estudio no es objeto de este documento. Pero para el debate que ha suscitado el tema se identifican dos grandes tendencias:

 

1. La tradicional división político-administrativa estatal del país, con muchas reformas basadas en la descentralización y no en las realidades socioculturales de las regiones.

2. La que clama por una verdadera autonomía de las entidades territoriales con base en la diversidad cultural de espacio-historia.

En el curso de este debate se logra un importante avance en la Carta Política de 1991, en lo relacionado con la autonomía de las entidades territoriales y entendiendo como tales, los departamentos, los distritos, los municipios y los territorios indígenas (Artículos 286 y 287); y en Artículo Transitorio 55, reglamentado por la Ley 70 de 1993, se le reconoce a las Comunidades Afrocolombianas el derecho a la propiedad colectiva sobre las tierras baldías ocupados en las zonas rurales ribereñas de la Cuenca del Pacífico y zonas similares, que son difíciles de homologar en un país tan diverso, pero aquí salta a la vista una asimetría: los territorios pertenecientes a las Comunidades Afrocolombianas no son entidades territoriales.

Es necesario, para ganar un real espacio de participación con autonomía, reconocer las tierras de las comunidades negras mediante reforma constitucional, como entidades territoriales que gozan de autonomía para gestionar su desarrollo acorde con sus intereses y aspiraciones.

 

La consideración del desarrollo socioeconómico de las Comunidades Afrocolombianas de acuerdo con su cosmovisión se refiere a las proyecciones de construcción de proyectos de vida comunitarios con sus propios recursos humanos y potencialidades culturales. El desarrollo social en estas perspectivas también se denomina Etnodesarrollo.

Igualmente en el Plan Nacional de Desarrollo de la Población Afrocolombiana “Hacia una nación pluriétnica y multicultural”, 1998-2002/diciembre 1998, se reconoce a las Comunidades Afrocolombianas su experiencia histórica y capacidad de autodeterminación para impulsar su desarrollo: “La historia de la población afrocolombiana y la lógica de su concepción de vida que le permite vivir en armonía con la naturaleza y el otro, se constituye en la principal salvaguarda de la riqueza natural y la biodiversidad de sus regiones y por lo tanto, en uno de los elementos que exige mayor y mejor atención del gobierno colombiano en contraprestación a la conservación de estos recursos ”.

 

La cultura afrocolombiana no sólo es rica en aspectos materiales que inciden de manera tangible en el desarrollo económico y el equilibrio ambiental. La Cátedra también debe ocuparse de cuestiones espirituales trascendentes como los mitos, las leyendas, los ritos fúnebres, los códigos morales, la solidaridad comunal y familiar, las manifestaciones religiosas, las artes, la música, las danzas y los juegos. Múltiples disciplinas aportan al estudio profundo de estos temas: la Antropología, la Sociología, la Filosofía, la Psicología, la Literatura y la Pedagogía, entre otras. Paradójicamente, “en los programas curriculares de Antropología, Historia, Sociología, Trabajo Social, Sicología; que ofrecen universidades como la Nacional, la de Antioquia, la del Cauca ó privadas como los Andes, la Afroamericanística y la Africanística son insignificantes o inexistentes”.

Finalmente, en cuanto a sentimientos de fraternidad, tolerancia y respeto por el otro en el contexto de la interculturalidad, la sociedad colombiana en general puede encontrar modelos sobre formas de convivencia y solución pacífica de los conflictos. El trabajo investigativo de Ange Marie Losonczy con comunidades negras y embera en el Chocó, es un buen ejemplo: “Sin desconocer la extensión y el dramatismo de la Colombia de las armas, los casi veinte años de convivencia intermitente con las comunidades negras e indígenas embera del Chocó llevaron precisamente a descubrir una forma de coexistencia interétnica que, sin borrar los reales conflictos de interés y de visión del mundo, ha sabido convertirlos en intercambio limitado y en fronteras permeables evitando hasta ahora la doble trampa de la ignorancia mutua y de la agresividad mortífera”.

Este es un caso de relaciones horizontales de mutuo respeto de los respectivos patrimonios culturales sin cerrar los canales a una influencia recíproca, contrario a las relaciones verticales establecidas por la dominación colonial.

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El término afrocolombiano es objeto de discusión por quienes creen que ya no se tiene ningún vínculo histórico con África

Es importante también para una mejor comprensión conceptual, definir los siguientes términos:

 

Comunidad Negra: Es el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana que poseen una cultura propia, comparten una historia y tienen sus propias tradiciones y costumbres dentro de la relación campo-poblado, que revelan y conservan conciencia de identidad que las distinguen de otros grupos étnicos.

 

Población Afrocolombiana: Son llamadas así las personas de raíces y descendencia histórica, étnica y cultural africana nacidas en Colombia, con su diversidad racial, lingüística y folklórica.

 

Afrodescendientes: Son todos los seres humanos, descendientes de África, en la medida en que esta es considerada la cuna de la humanidad. Por tal razón, es substancialmente diferente, reivindicar unos derechos para estas poblaciones, utilizando el término genérico de afrodescendiente. Para el caso de América, son los afrodescendientes que hacen parte de la diáspora africana en América.

 

Racismo: Doctrina política que atribuye valor ontológico a las diferencias físicas o somáticas entre los grupos humanos, al punto de fundar en tales diferencias la supuesta superioridad de una raza sobre las demás.

 

Política Pública: Las políticas públicas son las guías de pensamiento y acción en torno a lo público. Buscan orientar el proceso metodológico con participación ciudadana, a fin de que los recursos estatales sean destinados en forma eficiente y eficaz; además, impactar y solucionar el mayor número de necesidades básicas insatisfechas y lograr desarrollo social.

 

Una política pública parte de la estructuración de acciones construidas participativamente en torno a un determinado interés común y que trasciende los intereses privados o corporativos.

 

Es así un conjunto coherente de enfoques, principios, objetivos, estrategias y planes de acción que identifican, comprenden y abordan las problemáticas de una sociedad (Económica, política, social, cultural o ambiental) o busca generar las condiciones adecuadas para un grupo poblacional.

Líneas del III Congreso

Internacional de Interculturalidad

REDODUCAL

1

Definición de cultura 
en Latinoamérica

Desde la perspectiva intercultural, se pueden generar múltiples reflexiones sobre el concepto "cultura", todo en aras de contribuir a la construcción colectiva de la identidad latinoamericana.

2

La Ética en las 
Nuevas ciudadanías

Aquí radica la reflexión sobre las conductas y comportamientos humanos que se interrelacionan y que se aplica en contexto cruzados, como lo político, lo económico, lo social y lo cultura. Todo estos contextos desde el lente de los Derechos Humanos.

3

Comunicación y 
Educación intercultural

Los escenarios pedagógicos que permiten visibilizar y poner a dialogar diferentes culturas de América Latina y el Caribe, trabajan en clave con la comunicación para  que este diálogo se expanda y sume actores, modelos, concepciones y prácticas. Todo esto en virtud del reconocimiento a la diversidad entre las naciones y los pueblos. 

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